
En un lugar desconocido, donde pocas personas pueden llegar, había un reino con una de las más especiales características, cambiaba según el estado de ánimo de su dulce y tierna princesita, si ella estaba triste, los colores del reinado se volvían oscuros, si estaba enamorada todo se tornaba de color rosa, si estaba feliz, los colores eran naranjo y amarillo, todo dependía de ella, otra característica que poseía la adorable princesa es que conservaba una pequeña cajita donde guardaba amor y felicidad, la cuidaba para cuando llegara alguien especial para obsequiarle aquellos bellos sentimientos.
Un día la pequeña princesa se veía inundada en una tristeza que le parecía eterna provocando que todo su reinado se volviera oscuro, así que decidió caminar unos minutos para que el viento se encargara de llevarse aquel molesto sentimiento, mientras caminaba un pajarito de color púrpura se posó en su cabeza, la princesa muy delicada lo tomó entre sus manos y se dio cuenta que en una de sus patitas tenía una llave que estaba desgastada por el tiempo, la pequeña le preguntó su nombre pero el pajarillo no respondió y emprendió vuelo quien sabe a donde, la pequeña princesa un poco desilusionada volvió a su gran palacio, se dirigió a su habitación para poder descansar, cuando llego, noto que sobre su real cama se encontraba una llave, la misma que llevaba el pajarito, miró por la ventana y en uno de los grandes árboles estaba él, sólo mientras todos los demás pajaritos estaban agrupados jugando, la pequeña princesa puso la llave en una hermosa cadena y la amarró a su cuello y se acostó a dormir.
Al otro día cuando la pequeña despertó vio que el pajarito estaba en su ventana, ella se vistió, tomó al pajarito y lo dejó en su hombro y así salieron a recorrer el reino, la princesa era muy amable y siempre sonreía saludando alegremente a los ciudadanos, eso le agradó bastante al pequeño, sintiendo admiración por la princesa, luego de un rato llegaron a un lago y se encontraron con un muy gracioso sapo que llevaba una rosa y se dirgió hacía la princesa y le declaró su amor, la princesa se sintió tan admirada de aquel detalle que aceptó su amor logrando que el gracioso sapo, se convirtiera en un apuesto principe, ahora el reino tenía un tono rosa, ya que estaba enamorada y un tono naranjo por la felicidad que sentía de tener un amigo, el pequeño pájaro púrpura. Los tres, se dirigieron al reino para descansar de su agotador pero hermoso día. Cuando la princesita despertó se dio cuenta de que el pajarito púrpura no estaba, miró por la ventana y lo vio compartiendo con los demás pájaros, produjo tanta tristeza y desilusión en la pequeña, sentía que ya no le querría más y que los días soleados junto a su amigo habían acabado, el reino se volvió gris y el pajarillo lo notó, se dirigió donde la princesa, le mostró la llave colgada en su cuello, y le dijo '' eso es sólo tuyo, tú me mostraste lo maravilloso que puede ser el mundo, si compartes, que así la felicidad está al alcance, posees un cajita con algo muy especial adentro, dale el privilegio al mundo de recibir un poco de eso, y muestrales lo mismo que a mi, deja la ventana siempre abierta para que yo pueda venir a visitarte y no nos separemos nunca, todos tienen un lugar y el tuyo es único''.
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