sábado, 20 de marzo de 2010

Petite monstre



Llevaba un tiempo alejando sentimientos y pensamientos desagradables pero hoy mi lucha había llegado a su fin y en menos de un segundo las imágenes de un plan casi perfecto que me llevarían a mi mayor deseo, morir, comenzaron a reproducirse. Estaba yo en la azotea de algún edificio seleccionado cuidadosamente. En mi mano izquierda llevaba toda clases de drogas estupefacientes y en mi mano derecha una botella de ron, barato, de mala calidad y especialmente tóxico, perfecto para este momento, miré mi mano izquierda y antes de que llegara el arrepentimiento me apresuré a darle inicio a mi fin, lleve todas las pastillas a mi boca seguido por la botella de ron, sentía como las pastillas bajaban por mi garganta y como el ron me quemaba, dejé la botella de ron en el piso, estaba casi vacía y el alcohol aún no hacía efecto en mi cuerpo así que empecé a caminar lentamente pero con pasos firmes hacía el borde del edificio, había un pequeño escalón, cerré los ojos y sentí como mi cuerpo se tambaleaba, el ron comenzaba a hacer su trabajo, subí el escalón un poco temerosa, abrí mis ojos y lo que vi fue pequeños vehículos y transeúntes que parecían de juguete, extendí mis brazos, miré hacía el frente y cerré los ojos, el viento envolvía mi cuerpo y jugaba con mi cabello, la sensación era realmente agradable pero el tiempo para disfrutar de esas pequeñas cosas había acabado, ahora comenzaba la cuenta regresiva, respiré hondo...3...2...1.. iba dejar mi cuerpo caer pero algo entrelazaba mi cintura, abrí los ojos, miré y eran un par de brazos que me sostenían fuertemente, enseguida me di cuenta que la persona que me sostenía sollozaba apoyada en mi espalda, volví a mirar sus brazos pero ahora detalladamente, miré sus manos, eran delicadas y en sus muñecas llevaba unas pulseras gastada de años, agarre sus manos y comencé a llorar, reconocía esas manos, sabía quien lloraba en mi espalda...las mil y un razones para morir fueron destruidas por solo una razón...la persona que lloraba apoyada en mi espalda, ELLA destruyó mi plan perfecto para morir, y aquel plan, junto con todas las imágenes comenzaron a desaparecer, hasta no quedar rastro de ellas.

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